CUANDO PARAS.. TE REPARAS

Marcia tenía una vida complicada desde que decidió salir de su casa y vivir sola, quería enfrentarse a la vida con sus propias fuerzas, y triunfar en ella. Tenía poco tiempo, ya que se la vivía ocupada en su trabajo, su relación amorosa, su preparación para la maestría… ya no dormía y  todo la tenía estresada, ella trataba de organizarse, pero todo se le juntaba e incluso habían días en que no comía por cumplir con todas sus obligaciones. 

En su trabajo le exigían compromiso y buenos resultados, trabajaba más horas para poder cumplir con su cargo, su maestría le demandaba más atención ya que no había asistido, ni tenido tiempo para hablar con sus maestros y poder justificar sus faltas, su novio la comprendía y trataba en lo posible de ayudarla, ella en verdad se sentía muy agobiada. Un día cuando exponía el informe mensual del estado de su empresa, sufrió un desmayo y como no reaccionaba de inmediato fue trasladada a una clínica, dónde llamaron a sus familiares. Todos estaban preocupados por ella, sobretodo sus padres quienes esperaban que lo sucedido no sea muy grave. Después de un rato el médico pidió conversar con ellos para informar el estado de salud de su hija, quién tenía anemia y estrés por su agitada vida.

Cuándo la dieron de alta, su mamá habló con ella y le pidió que regrese a casa para que la cuiden y pueda estabilizarse, también le dijo que vivir independientemente es difícil, que estresada y enferma no iba a poder enfrentarse e ese reto. Marcia se sentía fracasada pero estaba conciente de que sola no podia, necesitaba una pausa en su vida, estar tranquila por lo que decidió volver a su casa y pedir un permiso en el trabajo.

En esa semana pudo organizarse, y con la ayuda de su familia pudo sobrellevar la agitada vida que tenía.