EL AMOR VUELVE

Gerardo tenía todo lo que un hombre pudiese querer, amor, dinero, familia y sobretodo eso el amor de su familia, la cual lo apoyaba cuando él tenía muchas frustraciones y cuando las cosas no iban muy bien.

Su hija Blanca, era el motor de su vida y su esposa Carla, la luz que guiaba su camino, él se sentía pleno y feliz, tenía tres años de casado y su matrimonio era ejemplo de que el amor existe.
Un día, el más oscuro de su vida talvez, Gerardo llego a casa por la tarde, luego de una agitada jornada laboral, abrió la puerta, camino hacia la cocina por un vaso de agua, subió al segundo piso, se asomó al cuarto de su hija y se sorprendió al no encontrar sus cosas, fue rápidamente a su habitación y encontró a su mujer tirada en el piso, él no sabía qué hacer, entro en pánico, gritaba en su desesperación al lado del cuerpo de su esposa, sentía morirse junto a ella. En ese momento llega la policía por el llamado de los vecinos quienes se acercaban a la casa preguntándose qué pasó, cercaron la zona y Gerardo fue trasladado a la comisaria para que rinda su manifestación, y donde también le entregaron una carta que encontraron en la mesa de noche que decía:
“Ahora nunca tendrás lo que me quitaste y jamás volverás a ver a tu hija”.
Gerardo, no sabía quién podría haber matado a la mujer que amaba y además haber secuestrado a su hija, el solo lloraba y pedía justicia el solo quería volver a tener a su hija.



Pasaron 15 años y Gerardo se volvió un hombre amargado con el mundo, todos lo consideraban un loco cascarrabias que no quería dejar descansar en paz el alma de su mujer y su hija. Todas las personas le decían que era inútil buscar algo que no existe, que lo que paso quedo atrás, que cure esa herida que lo lastima para que ellas vivan eternamente en su recuerdo.
Como todos los meses, visitaba la tumba de su esposa y pedía a Dios y a su esposa, las fuerzas para seguir buscando a su hija, cuando se fue olvidó su celular en la lapida y cuando regresó a recogerlo vio que un hombre lo espiaba, le parecio extraño y decidió confrontarlo, el hombre intentó huir y Gerardo lo persiguió, al no poder alcanzarlo pidió ayuda para que lo detuviesen, cuando esto sucedió, empezó a hacerle varias preguntas del porque lo espiaba, el hombre le dijo que el era su sombra y que lo sería hasta que se muera.

El hombre tenía mucho rencor hacia Gerardo porque por su culpa tuvo que matar a la mujer que tanto amaba, Gerardo no sabía qué decir y tampoco entendía la rabia del hombre qué le reprochaba tal acusación. El hombre era el ex novio de Karla y que al no aceptar que perdió el amor de ella la mató y se llevó al a su hija para crearla como suya y tener presente su recuerdo.
Gerardo no podía creer que la persona que le hizo tanto daño estaba en frente suyo, tenía ganas de matarlo, pero se contuvo y llama a la policía para que lo encierran y confiese dónde está su hija.
Pasaron varias horas y una muchacha  llegó a la delegación buscando justicia para su padre. Gerardo, quién se encontraba en la delegación vio impresionado la viva imagen de su esposa, ella era su hija a la cual después de 15 años la volvía a ver. Carla no comprendía nada y le pedía explicaciones a su supuesto padre quién acorralado confesó todo lo que hizo para poder tener un recuerdo de quién consideraba el amor de su vida.

Pasaron varios días Gerardo recibió el resultado de las pruebas de ADN que se hizo con Carla quién empezó a quererlo como su papá. Gerardo volvía a sentirse pleno y dejar su tragedia atrás sentía sentía paz al lado de su hija y está dispuesto a seguir adelante.
  

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